En Chile, la primera causa de muerte en la población son las enfermedades cardiovasculares. Diariamente mueren más de 70 personas a consecuencia de estas patologías, siendo la más frecuente la enfermedad coronaria, es decir, las alteraciones que afectan a las arterias que irrigan al corazón, y que es también primera causa del infarto agudo de éste.
Valeria Clericus Abell, directora de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, explica que en las enfermedades cardiovasculares, incide fuertemente el componente genético, pero también influyen de manera importante los estilos de vida y las patologías asociadas. “Como su incidencia es alta y sus factores de riesgo son evitables, se hace imprescindible educar sobre el cuidado y estilos de vida saludable”. Estos últimos están determinados por la presencia de factores de riesgo y/o protectores para el bienestar. De esta forma podemos tener estilos de vida saludables o comportamientos saludables, o factores protectores de la calidad de vida, que al asumirlos responsablemente ayudan a prevenir enfermedades y a mantener el bienestar para generar calidad de vida, satisfacción de necesidades y desarrollo humano.
La enfermera comenta que los factores de riesgo más comunes son la obesidad, tabaquismo, sedentarismo, estrés, exceso de trabajo y consumo de alimentos ricos en grasas, como también encontramos patologías como diabetes, hipertensión arterial y dislipidemia (colesterol alto) que se asocian a la enfermedad cardiovascular. “En la prevención de las enfermedades cardiovasculares es fundamental el estilo saludable que nos ayudará a tener una mejor calidad de vida”
Para mejorar estos estilos, recomienda disminuir la cantidad de sodio en la dieta, aumentar el consumo diario de frutas y verduras (tres o cuatro unidades diarias), reducir grasas saturadas, carnes rojas, y preferir carnes blancas, pescado y consumo de lácteos bajos en grasa; además de bajar la ingesta de hidratos de carbono como golosinas, dulces, galletas, y productos de pastelería.
La promoción comienza de padres a hijos, fomentando la actividad física y los buenos hábitos alimentarios. No sólo debemos avanzar hacia al desarrollo económico, sino también avanzar y aprender de los países desarrollados, y ver como la modernidad y la perdida de estilos de vida saludable han incidido en la salud de su población. “El ser un país joven nos da esta ventaja, aprendamos”, precisa.