La Constitución de Todos: Participación ciudadana en el proceso constituyente

28 Octubre 2015

Si bien la agenda política ha estado protagonizada por las etapas institucionales del debate, ello no debe hacernos olvidar las etapas más desformalizadas o menos institucionales del proceso constituyente y cuyos protagonistas deberán ser los ciudadanos.

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El proceso constituyente anunciado por el gobierno hace unas semanas ha generado debate en muchos sentidos, destacando en los últimos días la discusión sobre dos puntos: (i) el quórum que requiere la aprobación de un proyecto de ley que incorpore a la Constitución un nuevo capítulo sobre su reemplazo y (ii) el reclamo de los actuales parlamentarios respecto al rol que jugarán en la reforma, por cuanto todo indica que esa tarea quedará entregada al próximo congreso (el cual será elegido con las nuevas reglas de la reforma electoral, que prometió terminar con los defectos del sistema binominal).

Así, los primeros en reclamar su rol en el proceso constituyente han sido quienes pertenecen o participan en la institucionalidad política. Sin embargo, el proceso anunciado también contempla espacio para quienes no pertenecen a ningún organismo público, partido político u organización gremial con influencia política. A ellos, el anuncio del gobierno ha prometido un “Consejo Ciudadano de Observadores”, una Etapa de educación cívica y constitucional (hasta marzo de 2016) y una Etapa de diálogos ciudadanos (marzo a octubre de 2016). De esas instancias, se ha indicado saldrán  las bases del proyecto de ley de Nueva Constitución, que será enviado al Congreso durante el segundo semestre de 2017.

Si bien la agenda política ha estado liderada por quienes protagonizarán las etapas institucionales del debate, ello no debe hacernos olvidar las etapas más desformalizadas o menos institucionales del proceso constituyente y cuyos protagonistas deberán ser los ciudadanos.

De este modo, aun cuando es muy importante definir por quiénes y cómo se aprobará la nueva Constitución, debemos tener presente que el contenido sobre el cuál debatirán debe provenir de los ciudadanos. Así, debemos estar atentos no sólo a las elecciones de las próximas autoridades que debatirán sobre la Nueva Constitución, sino también a nuestra propia responsabilidad de participar en proceso.

Es importante tener presente que la democracia no se satisface con una votación popular o parlamentaria o con un plebiscito. Si bien el sufragio y el plebiscito son un medio importante de expresión política de la ciudadanía, no garantiza nada si no está acompañado de un debate ciudadano robusto, plural y amplio. Es más, muchos estudiosos aseveran que la lógica plebiscitaria realza valores contrarios a la democracia, por cuanto estimula una lógica sufragista, aislada y puntual de hacer política.

Así las cosas, los chilenos debemos reclamar un lugar en el debate, participar y fiscalizar que se ejecute de buena fe y reflejen los acuerdos y deseos de la mayoría. Después de todo, si al final de éste proceso constituyente es posible consensuar un pronunciamiento claro y mayoritario entre los chilenos, quién sea que tenga que decidir sobre esa Nueva Constitución, no podrá ignorar los millones de ojos puestos en él.

En la Constitución de Todos te invitamos a debatir sobre la Constitución que quieres para Chile. Visita y comparte tu opinión ingresando al sitio www.laconstituciondetodos.cl

Mauricio Delgado

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